lunes, 2 de abril de 2012

Mi caminante del cielo

Por Carmen Gutierrez.


Respuesta a Princesa Carmen

Mi caminante del cielo: 

Me atrevo a contestarte sólo porque, bueno, es necesario que sepas lo que siento, aún sabiendo el riesgo que corremos si El Emperador interviene este mensaje. El detalle de haber arriesgado tu misión para escribir me hizo temer por tu vida, pero al mismo tiempo me ha dado tanta alegría que casi me delato en la asamblea al no poder esconder la sonrisa. 

En la noche he recordado tu carta y he pensado en que nuestras decisiones nos han llevado muy lejos uno del otro. Yo tengo un imperio que derrocar y tú emprendes una nueva misión en unos meses. Aunque deseo de todo corazon que sea un exito para ti, mi parte egoista me dice que te perderé. Que no estarás más a mi lado. Que la distancia que nos separa, con el tiempo, será mas grande en el corazón que en el espacio. Sé que te olvidarás de mí. Sé que lo harás. Lo que no sé es si yo te olvidaré. Sé que no. 

Mis brazos siempre te esperarán. En ellos encontrarás el bálsamo para tus heridas de guerra aunque no me las muestres y te las guardes para no preocuparme. En silencio, acariciaré tus cabellos, aspiraré el olor de mil batallas, te dejaré llorar en mi hombro. Te besaré la frente, los ojos, los labios, agradeciendote sin palabras el momento regalado. Cada experiencia contigo es como una joya para mi, una que atesoro en secreto, joyas que guardaré en la memoria para alumbrar mi camino cuando ya no te tenga a mi lado. Me preocupo por ti, sufro por ti y no quiero perderte. 

Creo en mi trabajo, creo en tu misión, creo en los fantasmas terribles de algún extraño lugar y en mis tonterías para hacer tu risa estallar. Creo que a veces abuso de mi poder y exijo tu presencia sólo para hacer que me mires, aunque debas evitar el tocarme. En ocasiones, envuelta en mi orgullo y cubierta de mi mando, te maltrato y te alejo para que no veas lo importante que eres para mí. Pero sí que lo eres. Contra todo viento estelar y a pesar de las nebulosas de Paltoine, eres mi amigo, mi hermano, mi alma gemela. 

Cierro los ojos y veo tu sonrisa, tu mirada desviadose de mis ojos cuando alguien puede descubrirnos y la intensidad de la misma cuando nadie nos ve. Entonces aparto de mí el pensamiento infame que me hace querer tener más de ti. ¡Son tantas cosas las que quiero! Quiero abrir los ojos y verte a mi lado, sonriendo. Quiero sentir tus manos en el fresco de la madrugada. Quiero ver la luna reflejada en tus ojos y acercarme a ti, olvidar los protocolos y los papeles. Quiero ser una mejor persona para ti. Estar a tu lado todo el tiempo, hablar contigo, escucharte. Quiero decir tu nombre antes de dormir y no tener que callar lo que siento. Quiero tener la libertad de lanzar la corona al Abismo de Marlock y decirte las palabras prohibidas y tantas veces susurradas... Te quiero. Sé que no debería decirlo, pero... Te quiero. Sé que no lo crees, pero ... Te quiero. Sé que esta mal... Y te quiero. Aunque me esfuerze en demostrarte lo contrario.

Mientras EL IMPERIO CONTRAATACA, el Guerrero del Gavilan Espacial me cuidará siempre, eso está claro. Ha hecho el juramento y lo cumplirá; pero estando a tu lado tengo ganas de recargar mi cabeza en tu pecho y fingir que soy debil, muy debil; refugiarme en tus brazos y sentirme segura de nuevo, como cuando me protegías de la horda en la Estrella Mortal. 

Tu misión es muy importante y cuando vuelvas victorioso y lleno de alabanzas ahí, desde lejos, detrás de todos, estaré yo para bendecirte en secreto. Unida a ti por esa fuerza que nos vibra desde las células y que es más fuerte desde que te conozco. No seré yo la que disfrute de tu crecimiento, pero entiendo mi papel en la obra de tu vida. Debemos seguir como hasta hoy. Escondidos. Por el bien de la Galaxia. Rezaré cada día y cada noche por tu bienestar, para que llegues a ser más de lo que crees que eres. Para que brilles siempre aunque los pantanos te rodeén y la Ciudad de las Nubes cubra tu camino.

Me despido, querido amigo, te dejo esta grabación en mi unidad R3, esperando verte de nuevo. Deposito un beso en tu tierno corazón y una promesa de recordar siempre cada momento. 

Atentamente: Princesa Carmen.

Srita. Luján: Las cartas ha servido mucho y para elevados propósitos que su puesto no le autoriza a conocer. Si tiene dudas referentes a los métodos que utilizamos en la clínica, espero su renuncia en mi escritorio mañana a primera hora.  Atte: Dr. Pantoja   

1 comentario:

  1. Que linda carta y que buena historia lograron crear!!! :) Cami,.

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